Me leen:
88.
La de hostias que me he dado y sigo confiando, si es que soy imbécil. Tan presa me tendrás que tener con tus labios, si solo imaginarlos tiemblo, si moriría en carretera por subirme a la escalera que lleve a tu mente; sólo por saber si me piensas. Lo que daría por despertar y verte invadiendo mi intimidad, tu foto en la mesa del comedor y tu sonrisa inundando mi aire, que duermas y comprobar que estás soñando, que me estas soñando cuando te acaricio y agarras mi mano susurrandole a cada dedo que me has echado de menos. Mi cordura prohibida, mis llantos esculpidos en tus caderas, en los kilómetros que nos separan, en el recuerdo de tu mirada.
Renacer en tu mirada, ser en tus manos como un niño con juguetes nuevos.
87.
Me mutilo al no quererte, más bien al quererte, pero lejos. De lejos te quiero y aquí me acompañas. Es raro vale? Yo lloro y se me pasa, son momentos que no surgen. Verás, juegas tú, chica de hierro, sonrisa de plata y ojos llenos de mí y juego yo, inútilmente, yo, que duermo acurrucada cada noche junto a los besos que no nos daremos, yo que despierto cada mañana con la carcajada tuya que no oí, y en cada momento más ganas de verte. Te atravesaría con un camión si no supiera que más tarde te echaré de menos, es así, es obvio, no es rutina porque es imposible, es, es y punto. Y nosotras somos, somos y punto veleros a la deriva, o quizás no, o quizás sea una tormenta, o quizás no tengamos ni siquiera mar y trate de nadar hasta ti en vano.
No hay quién te entienda, no sé si quiero entenderte, solo quiero que me mires, me sonrías, y sentir dolor punzante cuando sepa que lloras, que me insultes, que me pienses y no lo digas. Yo solo quiero saber que esa coraza tiene un fondo, que es solo un amago a la razón, que me vuelvo loca con motivos. Aunque vaya a volvérmelo igual.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Datos personales
- Laura.-
- Lérida., Spain
- Quizás solo se trate de prosperar, de seguir por un camino que no sea el que marquen tus labios, unas caricias que no sean las tuyas.