Me leen:

Cincuenta y siete.


Miedo a soñar que te quiero, empiezo ya a echarte de menos..

Cincuenta y seis.

Entonces me dí cuenta, el tiempo es oro, y lo que pierdes no puedes recuperarlo, no siempre. Dicen por ahí que si amas algo debes dejarlo libre, que si vuelve, es tuyo, y que si no nunca lo fue. Eso son tonterías, puede volver para doler, o puede volver sencillamente por otra. Y bien, ¿Amar? Tú no controlas eso, intentas parecer una persona sin sentimientos y no te funciona, pareces más bien una piedra con una sonrisa dibujada. Pero yo sé que no eres así, yo descubrí entre beso y beso que tú también sabes sentir, y que aunque muchas veces lo escondas hay ocasiones en las que tus huellas dejan una estela de ilusión que te delata. ¿Amar? Amar es para tontos, tu como mucho quieres a alguien, y es más bien por antojo. Te entiendo si no quieres amar, ¿Dónde está la necesidad de sufrir pudiendo apostar todo a caballo ganador? Ojalá yo fuera así, pero eres tú la jugadora estrella, la que al pisar deja agujeros como quien salta en el barro y deja su huella.. y la ropa manchada. El día en que yo estalle voy a mancharte yo a ti de la misma forma que tus mentiras han manchado el rojo de mis labios; la verdad es que me supongo que por dentro soy de un color horrible, algo así como la mezcla entre rosa y verde con topitos naranjas. Pero así soy, una bomba de recuerdos agridulces que llevan tu nombre mientras se manifiestan por estar sobre explotados, y es que llevo una época abusando del poder que no tengo sobre mi mente, dejando que mi cerebro ordene las cosas como más conveniente crea; y claro.. luego vuelvo a casa sola y no soy capaz de sostener las lágrimas en el asiento del bus donde me muero de ganas de ser una adicta a algo que no sea tu amor para poder observar como se consume, porque el cigarrillo con sabor a ti me lo robaron. No por ser mujeres son más cariñosas, ni más divertidas, ni te entienden más, ni más sensibles. Hay algunas que descuartizan tu corazón y se lo llevan lejos mientras van soltando los trozos cual comida para los tiburones por todo el océano.
Querer olvidar es forzarte a recordar, recordar aquello que te ha herido es dejar que las cicatrices que tanto te molestan sean vistas por todos y que no paren de preguntarte porque llevas escrito su nombre en tú muñeca un día si y otro también, aunque apenas se vea ya, que no sepas explicarles que hay marcas que por mucho que se sequen, si se secan en caliente no desaparecen; no tener palabras para demostrar que duele más el corazón que el tajo que gotea sangre mientras un hilo de culpabilidad te baja por la garganta haciendo que te sientas mal por querer besar a otra. No te quieres enterar, yo te quiero, yo te amo. Soy yo quien te extraña y tu quien no quiere entender. Me he hartado de andar jugando a marionetas porque tú juegos si es solo tuyo no tiene gracia. Esa horrible sensación de juguete, muñeca de trapo a la que le clavas agujas por puro aburrimiento; sabes mis puntos débiles y no dudas en usarlos, reconoces mis detalles y remarcas mis errores. Sé que no soy suficiente para ti, pero podrías valorar todo el tiempo que te estoy entregando. Se acabó. Como ya he dicho, el tiempo es oro, y ahora me has dejado sin nada. Lo que se va no siempre vuelve, no siempre en la condición anterior. Y yo ya no soy la de antes.

Cincuenta y cinco.

-Soy una persona imperfecta, mucho más imperfecta de lo que crees. Por eso no quiero que me odies, si me odiaras, me partiría en mil pedazos. Sé que no puedo esconderme eternamente en mi caparazón y esperar que todo pase. Y me da la sensación de que eso es todo lo que tu haces.-

Cincuenta y cuatro.

Me clavas pequeños hilos llenos de pinchos en cada palabra, me estoy desangrando en cada segundo que pasa.

Cincuenta y tres.




Solo escucha amor, lo que voy a decir, que si no estás aquí, yo no sé vivir.~

Te amo tanto..

Cincuenta y dos.

Voy a hacerte un regalo, si, lo he decidido. Va a ser algo un poco raro, pero de veas deseo entregártelo. Escúchame bien, bueno, lee con atención lo que te estoy escribiendo.
Te regalo lo más claro y lo más turbio. En ocasiones se manchará con pedacitos de algodón, pero no sufras, tal y como vienen se irán. A veces es tan brillante que cuesta mirarlo, pero otras es tan oscuro que por mucho que mires tan solo logras ver pequeños puntitos que parecen de mentira. Te regalo algo que ni siquiera es mío, pero si deseo que sea tuyo. Algo que en cualquier momento podamos ver tanto tú como yo.
Te regalo el cielo cuando llueve y cuando arde, cuando es azul, cuando es rosado, cuando tiene destellos amarillos, cuando está gris.. Cuando de tan estrellado parece que podamos volar con él, cuando la luna lo encabeza cual reina en su trono. Cuando puedo perderme en su intensidad sin miedo a que nadie me encuentre.
Te regalo el cielo, mi niña bonita, porqué el cielo está en cualquier lugar.

Cincuenta y uno.

Una sonrisa fingida, una cama vacía, un silencio aterrador, una historia con pausas dolorosas, un final sin historia, una despedida que se repite una y otra vez, una lágrima que no se ve llegar, mil preguntas sin respuesta. Tu y yo, yo y tu, nosotras, ellos. Todo. Nada.

Cincuenta.

No imaginas cuan lento pasa el tiempo, cuanto me pesan los segundos en los que prometimos estar unidas, nuestro siempre duró poco, nuestra nada lo llenó todo. Y ahora no estás para escuchar lo que todavía tengo que decirte. Soy la persona más egoísta que existe, no quiero que seas de nadie más.
Me está pinchando el pecho, ahora, y todas las  veces que me acuerdo de ti, en realidad vivo en mute y con tu voz de fondo diciéndome que me amas. Recaigo en tu sonrisa, desisto, esto a mi me está matando. como cuando tu nombre aparece en cada pensamiento, como cuando veo nuestro 20 por todas partes, y es que me brillan los ojos cuando imagino que vas a volver. No puedo seguir sin ti, ya no más.


Cuarenta y nueve.



Ahora que no estás estoy vacío, lleno de recuerdos que se irán..
..ahora que no estás aquí conmigo, ahora que no estás nunca será igual.

Cuarenta y ocho.


[...] ;Puedo vivir sin ti, pero me niego. Me niego a latir sin corazón; a dormir sin sueños; a besar sin tus labios; a abrazar sin necesitarlo; a dejar de ver lo más bonito todos los días, y no es el sol, es tu sonrisa; a caerme en el hueco que has dejado; a perderme en tus recuerdos. Porque yo no quiero el fin de este amor, yo quiero seguir construyendo lo que poco a poco se ha destruido, aunque ya no tenga vuelta atrás, yo sigo intentándolo, incansable.. siempre si de ti se trata.
Poder puedo, pero me niego, porque una vida sin ti, no es vida. [...]

Cuarenta y siete.

Yo tan solo deseo fundirme entre tus brazos una y otra vez. alcanzar la luna como prometimos y habitar todas las estrellas para tener mejores vistas, que este mundo es horrible, pero a tu lado todo es mucho más bonito, que no hay mejor sensación que el volar entre tus besos.. más, todavía más, más arriba de las nubes, y lo echo de menos.

Cuarenta y seis.

¿Como te atreves a preguntarme si quiero olvidarme de ella?
Eso es totalmente inmoral. NO. No quiero. ¿Quien quisiera dejar caer en el olvido tal belleza, tal carácter, tal mujer? Yo no, sin ninguna duda. No quiero pasar página, no estoy preparada todavía, ella dibujó canciones de amor por todo el libro e incorporó el botón de sonrisa en la tapa de sus recuerdos, donde solo ella llega.
Olvidarla no, nunca.

Cuarenta y cinco.

Dime si es más azul el cielo allí..

Cuarenta y cuatro.



[···] Me brillaban los ojos si la veía aparecer, me tiembla el pulso cuando oigo su nombre, me entran ganas de llorar cada vez que recuerdo que un día la tuve y hoy ya no está, que no fui capaz de darle todo lo que necesitó. 
Ella quería irse, y ya se ha ido. Un avión, un despertador, un jueves día ocho, unas pocas maletas, un millón de recuerdos, sus pasos en un aeropuerto que no la merece, mucho frío, un nuevo país, una nueva ciudad, empezar de cero, .. ella.
La amo, pero ya es tarde para eso, ya es tarde para todo. Nadie quería verla partir, pero todos nos tuvimos que aguantar. Era mi cocaína, el único vicio del que no puedo desengancharme, más necesaria que el aire que respiro, ella es la sangre que recorre todas y cada una de mis venas, todas las putas células que me forman llevan su nombre, es impresionante como puede formar tan parte de mi.
Prometo recordarla para siempre, aunque mis recuerdos empalidezcan, sé que jamás voy a olvidar su cara de niña, recuerdo detalle a detalle incluso el día que la conocí. No sé si la voy a volver a ver, sinceramente creo que antes de asumir que no está volverá a vagar por las calles por las que un día anduvimos juntas. Pero es que yo no voy a lograr asumirlo jamás, y algún día tendrá que volver.  
En realidad soy una malisima persona, no puedo prometer esperarla porque sé que sin prometerlo todavía vale más la espera, porque no necesita que se lo diga para saber que en cuanto vuelva no podrá escaparse de mi abrazo.. y esta vez no voy a soltarla. 
No soy capaz de sacarme su mirada clavada fijamente en la mía, a oscuras, le brillaban los ojos, verdes.. fondo negro, espeso, me succionó hasta el ultimo latido. Una oscura espiral que me traga como si fuera un soplo de aire que se lleva una hoja, no sé vivir lejos de su sombra, me ha dejado desamparada en este mundo gris.
No hay condición más deplorable que verme a mi en completo desconsuelo al derrumbarse el pilar que me sostiene.. ese pilar es su sonrisa, y se ha derrumbado, yo.. yo ya no puedo más.[···]

Cuarenta y tres.

No puedo estar eternamente triste, supongo que la fase de verte en todos los sitios a los que voy se me pasará.. Ayer saludé a una chica pensando que habías vuelto, no eras tú, quise morirme. De hecho lo estoy haciendo, eso de morirme digo, tu ausencia duele mucho más después de esos besos traicioneros que yo creé, asco de todo. Estas calles sin ti parecen otras, y no me gusta descubrir tantas cosas nuevas. No tengo ganas de salir, ni de quedarme en casa, sigo a todos con gesto cansado y de vez en cuando hablo sobre todo lo que mi silencio oculta. Puede que este final no es el que quisiéramos, o por lo menos el que yo quise, pero ha llegado, y toca acabar con todo.. o por lo menos que lo parezca, para mi no terminas, para mi, tu viva imagen sigue grabada, no puedo vivir sin ti, no hay manera.

Cuarenta y dos.

Me cogió el brazo, recorrió sin saberlo todas mis cicatrices, fue subiendo y me acarició el cuello, me electrizó la piel con un leve suspiro, me besó, si, lo hizo, me volvió loca en ese beso, sin duda el mejor que nunca me ha dado, sin duda no hay cosa más dulce en este mundo, que su voz susurrándome que me ama. 
No hay dolor más profundo que sus uñas arañando mis entrañas sin piedad, alejándose mientras yo me quedo quieta sin ni siquiera respirar, sin saber que hacer sin su calor para protegerme. -

cuarenta y uno.

¿Porque? Si te relajas te sientes, eso también lo sé yo. No hace falta que me lo recuerdes. Pero si ahora me relajo me haré pedazos. Desde hace tiempo he sido incapaz de vivir de otra manera, y todavía lo soy. Si bajara la guardia, aunque fuera una sola vez, sería incapaz de recomponerme a mí misma. Me haría pedazos y estos volarían con un soplo de viento.

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Quizás solo se trate de prosperar, de seguir por un camino que no sea el que marquen tus labios, unas caricias que no sean las tuyas.