Nos llevamos como nos llevamos porque me buscas para lo que me buscas, porque has querido de mí lo que no quise de ti y hay corazones que no saben dar la cara. Porque quisiste cerrar mis heridas abriéndome de piernas y de ese modo solo conseguiste una larga sesión de quejidos rotos por tu almohada y mi cojín empapado repeliendo todos tus mundos. Porque ahora verte por la calle sería un suplicio, porque sabes de mí incluso sin querer. Y en mi pared apenas quedan restos de ti, y en esas camas ni siquiera el eco de los muelles resonar. No hay nada que pudiera hacernos volver y, sin embargo, te gusta sonreír cuando hablas de mí. Y ahora lees esto. Y pierdes el tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario