Setenta.

Decidido.
Ahora has vuelto a mi vida, vuelves a tirarme todo lo construido por los suelos para plantar tu sonrisa de nuevo por encima de todo. Dices que me quieres, crees que me quieres. Creo que amarte se me está quedando pequeño, pero me niego a dejarme utilizar de nuevo. Perdiste mi confianza y ganarla otra vez no es coser y cantar, quiero tiempo, quiero hechos. Primeramente quiero volver a alejarme mucho de ti, no hablarte, verte poco, llamale masoquismo, yo lo llamo madurez. Me gustaría darme cuenta de cuanto te necesito antes de decirte que ahora que te tengo no voy a dejar que te vayas, porque puede ser que seas tu quien no me necesite, y no quiero quedarme prendada una y otra vez mirando como se repite la historia de siempre.
Solo te pido eso, una, dos semanas distantes. Para poder empezar de nuevo, poquito a poco y con buena letra, hoy lo he decidido, respétalo. Vamos a conocernos de nuevo, pese a que siempre se ha dicho que segundas partes nunca son buenas, nadie dijo que las terceras no fueran a serlo. Espérame o lárgate, a estas alturas no me sorprendería ninguna de las dos cosas. Así que haz tu vida ahora, yo haré la mía, por favor. Tan solo necesito un poquito de tiempo para ir volviéndote la confianza, se supone que tu la quieres.

Hasta pronto mi niña.